Y LES DIJO: ID POR TODO EL MUNDO Y PREDICAD EL EVANGELIO A TODA CRIATURA MARCOS 16:15

viernes, 15 de junio de 2012

Oyendo la palabra de Dios



Mientras cominaba en Jornada Misionera observé a Esta Humilde Dama en Juancho de Pedernales, RD. Estando ella lista para preparar los alimentos para sus Amados Hijos en estas piedras al aire libre, le hablé de Mi Gran DIOS, lo cual quedó Impactada y me escuchó muy Atenta al Mensaje de la Gran Verdad. Doy Cada Día más Gracias y Gloria a Mi SEÑOR por el Magno Privilegio de ser un Portador del Evangelio (Buenas Nuevas).
"Y dejaré en medio de ti un pueblo humilde y pobre, el cual confiará en el nombre de Jehová." Sofonías 3:12
Cuando la religión desaparece entre los que viven en la opulencia, viene a morar entre los pobres de este mundo, ricos en fe. Aun hoy día el Señor conserva su resto fiel. ¿Soy yo uno de ellos? Tal vez porque son humildes y pobres aprenden a confiar en el nombre del Señor. Quien no tiene dinero debe vivir de fiado. El que tiene un nombre que juzga sin valor, obra prudentemente si confía en otro nombre, cual es el más excelente de todos, el nombre de Jehová. Dios siempre tendrá un pueblo fiel y este pueblo siempre será humilde y pobre.
Aunque el mundo lo considere de poca importancia, sin embargo su presencia en la nación será un medio para atraer sobre él las bendiciones del cielo. Será la sal que le preserve de la corrupción producida por la concupiscencia del mundo.
De nuevo surge en nosotros la misma pregunta: ¿Soy yo uno de ellos? ¿Me aflijo por mi pecado y por los que se cometen a mi lado? ¿Soy pobre en espíritu, pobre espiritualmente siguiendo mi propio juicio? ¿Confío en el Señor? Esta es la cuestión más importante. Jesús nos revela el nombre, el carácter y persona de Dios. ¿Confío en Él? Si así es, el Señor me ha puesto en este mundo con un fin específico. Señor,
ayúdame a cumplirlo.

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